Internet de las Cosas (IoT) es el conjunto de esfuerzos desde todo punto de vista técnico/tecnológico, para crear escenarios de monitoreo y control remoto, que podrían emular situaciones que podrían ser vividas de manera presencial, esta creación de escenarios se hace en base a tecnología de tipo electrónica que en conjunto con transductores (sensores y actuadores) nos permiten acceder a dispositivos en lugares recónditos de nuestro planeta…y fuera de él.
Esta creación de escenarios, que pueden ser considerados en una primera vista como ficticios, en muchos casos ni siquiera son supervisados por el ser humano, sino que las máquinas (dispositivos) se comunican entre ellos a través de plataformas siguiente un modelo de publicación/subscripción que veremos más adelante, a través de protocolos machine to machine (M2M), tal como se observa en el esquema de modelo PubSub, imagen tomada de AWS.
Modelo PubSub
En el campo de IoT podemos observar que existe una gran heterogeneidad, debido a la inclusión de objetos totalmente diferentes a nivel funcionalidad, tecnología y campos de aplicación, incluso hasta etapas de conexión o interfaces que proporcionar inteligencia y conectividad a objetos que antes no lo tenían. (Google Chrome).
Estos objetos tienen la capacidad de comunicarse entre sí, tomar decisiones conjuntas, seguir comportamientos predeterminados, etc.
El uso de objetos inteligentes, es decir dispositivos con conectividad, permite capturar y controlar de forma autónoma multitud de procesos, que pueden ser aplicado a casos específicos de producción industrial.
Incluso en áreas duras como el control industrial, la gestión de una red eléctrica descentralizada, IoT a través de sus distintas tecnologías, cae de lleno para proporcionar soluciones.
Entrando en el detalle cotidiano, miles de aplicaciones orientadas a obtener información de objetos inteligentes como puede ser un Smartphone, para proporcionar calidad y fluidez en la circulación, apps como Waze u otras son integraciones de IoT.
Existen muchos más ejemplos, que iremos descubriendo a medida que conozcamos más sobre los distintos tópicos tecnológicos que hacen a la formación de IoT, desde los menos útiles como por ejemplo escenarios donde las redes sociales transciendan de la red, hasta aplicaciones concretas con objetivos claros de eficiencia.
Sin lugar a dudas, el crecimiento de IoT se debe a que el ser humano puede integrarse activamente en este nuevo modelo de mundo conectado, participando activamente dentro de este contexto instantáneo, y generando un ciclo continuo de pensamientos en pos de esta “nueva herramienta” que llegó para quedarse, con el ser humano como centro de su desarrollo.